La inquietud por el conocimiento y difusión de la cocina vasca como expresión cultural de nuestro pueblo llevó a un grupo de gastrónomos y cocineros de nuestro país a reunirse periódicamente a finales de la década de los 50. Como fruto de estas reuniones, en 1961 nacía la Cofradía Vasca de Gastronomía. Como viene siendo habitual desde años atrás, ayer tuvo lugar la celebración de un nuevo capítulo en la historia de la Cofradía Vasca de Gastronomía, el número XXXVII, que coincide casualmente con el festejo del 50 aniversario de la Cofradía. En el acto se nombró Cofrade de Honor a José María Aizega, director del Basque Culinary Center.
Nada más reunirse y tomar el hamarretako, una veintena de cofradías se desplazaron a la Basílica de Santa María, donde acudieron a la misa de las 11:30 horas. Seguidamente, se dirigieron hacia el Ayuntamiento acompañados por trikitilaris y siendo objeto de la curiosidad llamando la atención con sus peculiares indumentarias, consistentes en capas coloridas y boinas o sombreros. El desfile pudo llevarse a cabo sin paraguas ya que durante su desarrollo no llovió.
Una vez reunidos en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, la Coral Eguzkilore fue la encargada de la apertura del XXXVII Capítulo, cautivando al público con sus piezas. Posteriormente el presidente de la Cofradía, Luis Mokoroa, procedió a la salutación de bienvenida y se hizo un breve repaso a los 50 años de historia de la Cofradía, con recuerdos de varios momentos de la trayectoria de este colectivo que defiende, por un lado, la tradición y modernidad en la Gastronomía Vasca, y por otro, la sostenibilidad en los hábitos de consumo y una vida más pausada como bases de una mejor calidad de vida.
La novedad de este capítulo llegó cuando el Convivium de Slow Food Donostia otorgó por primera vez en su historia el Premio Germán Arrién en Defensa de la Biodiversidad. El galardón recayó en la Fundación Cristina Enea, por su labor de concienciación y sensibilización ambiental. El premio lleva el nombre del fundador del primer Convivium de Slow Food en San Sebastián y pionero en el Estado, fallecido hace cuatro años. El director de la fundación, Txema Hernández, indicó que «es importante apostar por la Biodiversidad, es nuestro presente y nuestro futuro».
Acto seguido se hizo la presentación del trabajo de la digitalización del Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Vasca y finalmente, como es costumbre, se dio paso al acto de entronización. Un representante de cada cofradía subió al estrado para apoyar el acto de entronización. De esta manera, tras el juramento, se nombró Cofrade de Honor a José María Aizega, director del Basque Culinary Center. El nuevo miembro de la Cofradía Vasca de Gastronomía insistió en «trabajar sobre la preservación y la promoción de nuestra gastronomía».