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El estudio de arquitectura Carvalho Araújo diseñará las sedes de EDA Drinks & Wine Campus en Vitoria-Gasteiz y Laguardia

11 Julio 2024

El proyecto ‘Mugarik Gabe’, propuesta del estudio de arquitectura portugués Carvalho Araújo, ha sido seleccionado en el concurso internacional de arquitectura convocado por Basque Culinary Center para el diseño de las sedes de Vitoria-Gasteiz y Laguardia de EDA Drinks & Wine Campus. Ambos espacios destacan por su singularidad y por su integración e interacción en el entorno, así como en el ecosistema Basque Culinary Center.

 

Tras constatar la calidad y el alto nivel de las propuestas presentadas, un exhaustivo análisis ha llevado al jurado a decantarse por ‘Mugarik Gabe’, que aporta dos diseños arquitectónicos singulares que encarnarán la misión de EDA Drinks & Wine Campus de impulsar el desarrollo económico y social a través del vino y las bebidas y posicionar al territorio como una región destacada en este ámbito a nivel internacional.

 

Seleccionada por su apuesta por la integración paisajística tanto en el entorno urbano como rural, en la propuesta arquitectónica destacan la organización del programa de actividad, su funcionalidad y flexibilidad, acordes a las necesidades del proyecto. La configuración de los accesos o la distribución de las diferentes áreas por plantas y los espacios conectores responden a la pertinencia de unir y organizar los diferentes flujos, permitiendo a su vez la interacción entre las acciones que se lleven a cabo.

 

MUGARIK GABE

 

El proyecto ‘Mugarik Gabe’ (‘Sin Fronteras’) plantea dos edificios intrínsecamente relacionados entre sí que se extienden en el área que ocupan sin establecer sus límites. Debido a los diferentes entornos que habitan cada uno responde a sus propios contextos y condicionantes aunque ambos han sido abordados con la misma estrategia: generar espacios para atraer talento, ofrecer formación especializada y desarrollar líneas de investigación enfocadas a la transferencia de conocimiento al sector con una proyección internacional y una visión integral.

 

Ambas construcciones dan prevalencia al espacio colectivo como elemento que surge naturalmente en los edificios. La propuesta de Laguardia reposa y se reivindica en un amplio paisaje y la de Vitoria-Gasteiz emerge y se abre a su entorno. La cubierta define sus actitudes, las cuales se adaptan al contexto y crean una identidad, siendo esta la esencia del proyecto, como lo es también la incorporación de elementos sociales como “calles” y referencias de lugares públicos de ciudad o paisaje.

 

El edificio de Laguardia destaca por su apertura a la ciudadanía. Las fachadas dejan ver la actividad que se desarrolla en su interior y los pasillos exteriores que lo rodean permiten recorrer el contorno del edificio, desde donde contemplar el entorno compuesto por viñedos.

 

La intervención crea una estructura de dos pisos bajo una cubierta, una extensa plataforma verde que se mantiene en pie gracias a una esbelta columnata que se posa en medio de las viñas. Un piso a la altura de la calle que da acceso al espacio frontal y otro en una cota inferior, permitirán respetar en lo posible la topografía del lugar, asentándose y protegiendo el entorno, e integrándose como un manto verde sobre el blanco pétreo de la caliza.

 

Esta estructuración establece una relación de interacción entre las diferentes actividades de producción, formación, así como el espacio destinado a las incubadoras de emprendimiento. En el interior la naturaleza se integra de manera orgánica con rotundidad, de la misma manera que el edificio se eleva entre las viñas cómodamente con un lenguaje moderno.

 

Por otro lado, moldeando la cubierta el proyecto consigue dibujar una superficie inclinada, creando un gran patio exterior que da opción a que el área productiva pueda mostrarse con cierta sutileza, dejándose intuir, a la vez que permite el acceso a la cubierta transitable.

 

Esta cubierta ajardinada mezcla las áreas verdes con áreas para actividades y contemplación, convirtiéndose en un balcón al paisaje donde se pueden contemplar momentos sociales o culturales, aprovechando las vistas panorámicas hacia las viñas que se extienden hasta el horizonte. Esta idea busca crear un espacio con significado para la comunidad local, promoviendo el sentimiento de identidad y pertenencia a través de una intervención respetuosa con el paisaje que lo envuelve. El estudio ha optado por concebir una referencia visual, al mismo tiempo de una referencia en la región, un punto de encuentro.

 

En el caso de Vitoria-Gasteiz, el edificio busca las mayores cotas de respeto por el paisaje, por el contexto y por la ciudadanía. Se levanta como si de un manto vegetal se tratara, una capa de suelo para crear un espacio transitable y definido con carácter y consideración hacia los edificios colindantes, mejorando los espacios que lo rodean al dotarlos de actividad y de carácter propio, y reduciendo el impacto visual de la intervención de manera orgánica. Generará un diálogo con la estación de autobuses anexa para componer una vista integrada de ambas edificaciones.

 

Por su parte, la fachada que se eleva del suelo, de un carácter más urbano, se gira y se muestra abierta hacia las calles Donostia y Boulevard de Euskal Herria. En total contraste con la actitud que tiene para el espacio que él mismo define, el edificio ofrece dos entradas asociadas a dos dinámicas diferentes: una más formal dirigida al vestíbulo en esta misma esquina y una más informal que lo conecta directamente con el exterior.

 

A partir de estas entradas, se agrupan un conjunto de espacios conectados, de gran relación física como visual, que se unen entre el entrepiso y el piso -1, aprovechándose de la organización para valorizar los espacios con mayor altura. Estas conexiones se refuerzan gracias a las visuales en diagonal entre los pisos, generando transversalidad y transparencia para favorecer el conocimiento, y la interrelación entre el público. Además, situar los laboratorios cerca de las zonas de producción o las salas polivalentes favorecerá el valor de la enseñanza ‘learning by doing’ característica del ecosistema Basque Culinary Center. Del mismo modo, el auditorio bajará desde la cota cero hasta el piso -1 para comunicarse con esta área de estudio y trabajo a un lado y con el área sensorial al otro, espacios que, a pesar de su autonomía, podrán articularse para una experiencia de uso conjunta o complementaria.

 

Estas relaciones físicas y visuales entre los espacios permitirán una conexión transversal entre las áreas sociales, de formación y de producción facilitando una conciencia y percepción de lo que pasa en el edificio, creando un contexto abierto de comunicación.

 

La cubierta ajardinada, por su parte, funcionará como extensión del espacio verde que se levanta desde el nivel de calle para acoger bajo su manto el edificio, integrándose en la estructura verde urbana, contribuyendo a la mejora de la calidad del aire, mitigando el efecto de isla de calor y favoreciendo la biodiversidad. Se presenta como un plano inclinado que surge sin saber dónde empieza, desdibujando la percepción de la figura del edificio desde su fachada norte dejando que la cubierta sea parte de la topografía urbana.

 

Las sedes de EDA Drinks & Wine Campus no solo serán lugares de estudio avanzado, sino también iconos de innovación y sostenibilidad. Estableciendo como base de la eficiencia energética la propia arquitectura, el proyecto trabaja con todos sus elementos pasivos, evitando que las demandas energéticas o las pérdidas de estas mismas sean excesivas, optimizando de la necesidad de generadores de energía y buscando el mínimo impacto de CO2 posible.

 

En el apartado más técnico, los edificios contarán con las tecnologías más actuales en cuanto a cubiertas ajardinadas, que se convertirán en sistemas multifuncionales de apoyo al edificio integrando la captación, filtrado y distribución de aguas pluviales, el regado de los elementos vegetales mediante sistemas de optimización y bajo consumo o la reducción de la variabilidad de temperaturas en el interior del edificio mejorando su eficiencia y desempeño energético. Además, el proyecto busca la optimización de la iluminación a través de la eficiencia en el diseño y uso natural de la luz solar, y se beneficiará también del uso de soluciones diversas para no sobrecargar el ‘ecosistema constructivo’.

 

El acto de presentación del proyecto, celebrado hoy en Laguardia, ha sido presidido por el Lehendakari Imanol Pradales, y en el mismo han participado el Director de Basque Culinary Center Joxe Mari Aizega y el fundador del estudio de arquitectura José Manuel Carvalho Araújo. Asimismo, han asistido el Diputado General de Álava Ramiro González, la Alcaldesa de Vitoria-Gasteiz Maider Etxebarria, el Alcalde de Laguardia Raúl García, la Consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca Amaia Barredo, la Diputada Foral de Agricultura Noemí Aguirre, el Rector de Mondragón Unibertsitatea Vicente Atxa, el Presidente de la Cuadrilla de Laguardia-Rioja Alavesa Txema Elvira y la Directora de EDA Drinks & Wine Campus Elisa Úcar.

 

CALVALHO ARAÚJO

Con sede en Braga (Portugal) y Sao Paulo (Brasil), el estudio Carvalho Araújo, fundado en 1996 por José Manuel Carvalho Araújo, se dedica a buscar y reflexionar en torno a diversas maneras de acercarse a la arquitectura, la dirección creativa y el diseño, con el objetivo de conciliar la práctica del diseño con una mirada más estratégica. Sus proyectos se caracterizan por la elegancia de la forma, la calidad y una actitud sobria, racional y poética, que respeta al máximo las proporciones y materiales. Para sus responsables el diseño no es una razón para el exhibicionismo sino un acto racional y poético. 

 

Tanto en la arquitectura como en el diseño, valoran los usos dinámicos e interacción con el entorno. El estudio cuenta con un equipo multidisciplinar formado por arquitectos y diseñadores de producto, comunicación e imagen con el fin de presentar soluciones integrales. Carvalho Araújo tiene un gran volumen de proyectos consolidados no sólo en territorio portugués, sino también en otros países europeos, en Brasil, en los Estados Unidos de América o en África. Entre sus proyectos más significativos destacan edificios como el del Restaurante De Lemos (2012), ubicado en Passos de Silgueros (Portugal). 

 

EDA Drinks & Wine Campus

EDA Drinks & Wine Campus es una iniciativa liderada y desarrollada por Basque Culinary Center y promovida por el Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Álava, a la que se ha incorporado el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. Tendrá como misión promover el desarrollo económico y social sostenibles a través de las bebidas y el vino y, para ello, buscará atraer talento, ofrecer formación especializada junto con Basque Culinary Center - Facultad de Ciencias Gastronómicas de Mondragon Unibertsitatea-, potenciar el emprendimiento y la innovación y desarrollar líneas de investigación enfocadas a la transferencia de conocimiento al sector con una proyección internacional, una visión integral y desde la excelencia.

 

EDA Drinks & Wine Campus conformará un proyecto pionero a nivel internacional desde una perspectiva abierta. Desde sus dos sedes, contribuirá a la transformación del sector del vino y de las bebidas convirtiéndose en referente internacional de innovación y aportando un componente diferencial a empresas, desde la materia primera, elaboración y diseño de productos y servicios, gestión, comercialización, diseño de negocios, etc. bajo principios de calidad, sostenibilidad y salud, con un enfoque global y generando desarrollo económico y social.

 

 

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